domingo, 9 de mayo de 2010

Desenchufar es ahorrar.


Para el trabajo planteado esta semana he decidido que las dos opciones más importantes bajo mi punto de vista sean:
- Descongelar el frigorífico y el congelador periódicamente: de esta forma conseguiremos ahorrar gran cantidad de energía. Como consecuencia de la capa de hielo que se suele formar en las paredes interiores de la nevera y el congelador, es recomendable descongelar el frigorífico al menos dos veces al año. De esta forma se contribuye a la desaparición de dicho hielo y se ahorra en consumo energético.
- Desenchufar el cargador del móvil y otros aparatos eléctricos: siguen consumiendo electricidad si los dejamos enchufados o en modo standby, ya que las horas de no-apagado de todos estos aparatos suman, según una estimación de la organización dedicada a la conservación de la naturaleza WWF/Adena (World Wide Fund for Nature), el 12% del gasto en electricidad de una familia española.
En resumen: estas dos maneras tan sencillas de ahorrar energía contribuirán a la mejora del medio ambiente así como a la reducción de las facturas de nuestros hogares, ya que, en mi opinión son dos de los fallos que cometemos a la hora de hacer un buen uso de la electricidad, ya sea por el olvido de alguno de ellos o por pereza.

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